Todo esto nos ha pillado por sorpresa. Parece que estuviéramos viviendo dentro de una película, cambiándonos las prioridades y la forma de ver la vida. Y cada día, cuando nos levantamos, tenemos la esperanza de estar despertando de un extraño sueño en el que el mundo había cambiado y nos había cambiado. Pero no. Esto ha llegado para obligarnos a parar y reflexionar.
Podemos
resistirnos y hacerlo más dolorosos. Y es que parar el mundo también
supone pararnos. Pero a veces las cosas suceden y no podemos hacer
nada mejor que aceptarlo, adaptarnos y aprender de
ellas: tomar las cosas con calma y tomarnos tiempo para hacer las
cosas a nuestro ritmo y no al ritmo impuesto por y para todo. Es
algo que siempre que me ha venido la cabeza y lo cierto es que como
venía a la cabeza, se iba…
Se iba porque me parecía
impensable que en el mundo en el que vivimos, con mil cosas por hacer
y con muchas obligaciones, “perder” un tiempo tan valioso en
deleitarse en hacer las cosas con mimo y detalle y lo más
importante, disfrutar de ellas, no me parecía ni práctico ni
productivo. Es lo que se llama Slow
Life (vida lenta).
El movimiento “Slow” nació para tomar el control del tiempo y abarca varios aspectos de la vida, desde el alimentario denominado “slow food” que nos anima a mantener unos hábitos alimenticios saludable, con preparaciones caseras de cocción lenta y productos de cercanía, degustando cada bocado y saboreando cada matiz, hasta el devenir del día a día, con pasatiempos tranquilos como la lectura, la escritura o la pintura, disfrutar de un tranquilo paseo o una agradable conversación sin la necesidad de estar pendiente del reloj o incluso aceptar el ocio tranquilo, de disfrute pleno y sin la obligación de “llegar a todo”.
Una de las cosas a la que hace referencia el movimiento slow es el comercio pequeño, ese que yo creé hace ya tres años. Y precisamente las cosas bien hechas, con mimo y detalle, era uno de los pilares principales de Very Coqueta. Cada vez echaba más de menos esas tiendas pequeñas que te saludan por tu nombre cuando entras por la puerta, que saben lo que te gusta, que tienen un ambiente cuidado, perfumado, bonito y en algunos casos con música súper agradable… pues eso buscaba yo y aunque intento que mis clientes, y en muchos casos amigos, disfruten de la bonita experiencia de probar, disfrutar y comprar con calma, lo cierto es que eso no me lo aplico a mi vida diaria y esta inesperada situación me ha hecho darme cuenta de que lo que me estoy perdiendo.
Así que he decidido aprovechar esta circunstancia para tomar conciencia, para ser agradecida por todo lo bueno que hay en mi vida y no lamentarme por lo que falta, para saborear la comida que voy a cocinar sin prisa, para estar más “conectada” que nunca a mis seres queridos, para escuchar esa música que normalmente no escucho, para leer ese libro que llevo tiempo queriendo leer, de encender esa vela que tengo en la mesilla y a deleitarme con su aroma, y de disfrutar de la cosmética que tanto me gusta.
Además, me acabo de dar cuenta de que el movimiento slow tiene mucho que ver con la cosmética nicho: no da la espalda a las nuevas tecnologías pero si mantiene la forma artesanal de hacer las cosas, cogiendo lo mejor de cada cosa.
Para sobrellevar esta situación y hacer más agradables tus días, te propongo que realices alguna de estas actividades que a mi me han inspirado y ayudado.Ahí van:
- Aprovecha para hacer esas cosas que llevas mucho tiempo posponiendo. Ver esos tutoriales del tema que te interese o que vayan bien para tu formación.
- Lee ese libro que llevas tiempo queriendo empezar o retoma el hobby que dejaste apartado por falta de tiempo.
- Ordena tu casa, tus armarios y cajones. Verás como lo agradeces cuando todo vuelva a la normalidad.
- Establece rutinas para trabajar (si es que puedes hacerlo desde casa). Mantén un horario y unos objetivos.
- Hacer deporte. En youtube hay un montón de vídeos con ejercicios sencillos que puede hacerse desde casa. Es importante que te muevas ya que hemos limitado demasiado el movimiento diario y ésto nos podría pasar factura.
- Cuida tu alimentación, come rico y sano en medida de lo posible.
- Sal al balcón a respirar aire fresco de vez en cuando. Y aprovecha para estirarte.
- Saca tu lado más solidario. Si tienes algún vecino mayor o con problemas de movilidad ofrécete para hacerle la compra.
- Descansa, reflexiona, medita…
- Y busca un momento para tu bienestar. Disfruta de esa mascarilla que tanto te gusta, perfumarte con ese perfume que tienes reservado para alguna ocasión especial y que te da tan “buen rollo”, dúchate con ese gel que huele tan bien…
Como puedes ver hay muchas cosas que puedes hacer para que este encierro sea más llevadero. Y sobre, todo piensa que esto pasará, más pronto que tarde, pasará.
Te envío mucho ánimo. Si, si, a ti que estas leyendo esto y te vienen a la cabeza muchas cosas que estás deseando hacer y no encontrabas el momento, ahora lo encontrarás. Te animo a compartirlas conmigo utilizando el hastag #verycoquetaencasa, serán muy bienvenidas y servirán de inspiración para otros.
Pilar dice:
Gracias lorena,x esas bonitas palabras,hay un refran que dice no hay mal que 100 años dure,ni cuerpo que lo resista asique mucho ánimo que vendran dias azules para poderlos disfrutar,un abrazo
Lorena dice:
Eso es Pilar, esperemos que pase todo cuanto antes y de momento vamos a aprovechar y a disfrutar de este valioso tiempo. Otro abrazo para ti.