Los parabenos son una familia de sustancias químicas derivadas del ácido para-hidroxibenzoico. Los más comunes son el metilparabeno (E-218), etilparabeno (E-214), propilparabeno (E-216) y butilparabeno. Son compuestos que tienen una potente acción bactericida y fungicida, por lo que se utilizan como conservantes, tanto en alimentación como en cosmética o fármacos.
No debemos olvidar que los productos de cosmética son, en su gran mayoría, compuestos orgánicos. Esto quiere decir que están sometidos, una vez abiertos, a la oxidación por el oxígeno del aire y a la colonización por parte de hongos y bacterias. Dicho de otra forma: los productos cosméticos pueden estropearse con mucha facilidad si no tienen ningún tipo de conservante.
No todos los parabenos son artificiales. El metilparabeno, por ejemplo, está presente de forma natural en los arándanos, precisamente cumpliendo una misión fungicida y antibacteriana.
Cuando ingerimos cualquier alimento que contiene parabenos, éstos son metabolizados con facilidad por nuestro cuerpo, que los elimina de forma inocua. Sin embargo, esto no sucede cuando se absorben a través de la piel, ya que no pasan por el tracto digestivo.
¿Son peligrosos los parabenos?
Esta es la pregunta que muchas personas se hacen a la vista de que cada vez hay más productos cosméticos que se promocionan como “sin parabenos”. Lo primero que hay que decir es que los parabenos llevan utilizándose desde los años 30 y no hay ningún estudio científico que demuestre que entrañan algún peligro, utilizados en las cantidades autorizadas, mientras sí existen numerosos estudios que demuestran su inocuidad.
Es conocido que los parabenos, al igual que muchas otras moléculas orgánicas, tienen la capacidad de imitar la acción de los estrógenos, lo que se conoce como capacidad xenoestrogénica. Sin embargo, hay que decir que la potencia de esta actividad hormonal es millones de veces menor que la de los estrógenos secretados de forma natural por nuestro organismo.
La polémica saltó con un estudio publicado en el que se detectaba la presencia de parabenos en diferentes muestras de tumores cancerosos de mama. Estos parabenos no estaban en su forma metabolizada, por lo que procedían de la absorción a través de la piel.
Sin embargo, tanto la American Cancer Society como otros organismos internacionales afirman, tras posteriores revisiones de estos estudios, que la presencia de parabenos en los tumores no significa que éstos sean los causantes del cáncer de mama. Sabemos que existe una relación (entre otros muchos factores) entre los niveles de estrógenos y el cáncer de mama, pero al dato de la pequeñísima actividad hormonal de los parabenos hay que sumar que no se trata de los únicos xenoestrógenos que entran en nuestro organismo, ya que existe toda una familia de moléculas naturales, denominadas fitoestrógenos, que están presentes en las plantas y que ingerimos de forma habitual. Los flavonoides, como la isoflavona, son un buen ejemplo de ello, y son considerados beneficiosos, especialmente en las mujeres tras la menopausia.
A pesar de todo esto, la creencia de que los parabenos provocan cáncer se ha extendido como la pólvora por las redes sociales. Insistimos: no existe ninguna evidencia científica de que esto sea así, a pesar de que se han realizado numerosos estudios.
Existe un pequeño porcentaje de la población que puede presentar sensibilidad a los parabenos cuando se usan en la piel. Generalmente se trata de personas con pieles muy delicadas o con alguna patología, como algún tipo de dermatitis. En estos casos no se recomienda el uso de ningún cosmético que los contenga.
Es obvio que un cosmético de origen 100% natural no debe contener parabenos, ni ninguna otra sustancia sintética. Sin embargo, esto penaliza su duración y conservación. Por definición, un producto que no tiene conservantes se estropeará antes que uno que sí los contenga.
Entonces, ¿con parabenos o sin parabenos? Pues la elección es tuya. Además de lo ya dicho sobre los productos 100% naturales, que no deben contener nada artificial, un producto cosmético sin parabenos no es “mejor” ni “más saludable” que otro que no los contenga (es más que posible que en este caso simplemente se haya sustituido un conservante por otro). Nuestro consejo es que te dejes guiar por tus gustos y tus sensaciones, por los efectos que el cosmético tiene sobre tu piel y por cómo te hace sentir. El hecho de que contenga un conservante u otro no tiene especial relevancia sobre las propiedades del producto.
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