Los tiempos en los que íbamos a la playa o la piscina embadurnadas de aceite de zanahoria para que “nos cogiera” más, afortunadamente han pasado a la historia. Hoy en día todo el mundo sabe de la importancia de protegerse del sol correctamente, aún más si cabe durante los meses de verano.
Y digo: aún más durante los meses de verano porque hay que usar cremas con factor de protección solar durante todo el año. Si, también en invierno y días nublados. El protector solar es la mejor crema anti-envejecimiento que podemos usar.
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de elegir un bronceador es asegurarnos que nos protege contra los rayos UVA, que son los que penetran hasta las capas más profundas de la piel y los que provocan arrugas, manchas y melanoma. Y también contra los rayos UVB, que penetran menos que los UVA pero pueden ser incluso más dañinos que estos últimos. Hay que tener en cuenta que los dos juntos son la primera causa del cáncer de piel.
El FPS (Factor de protección solar) nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural frente a las quemaduras.
Si tu piel es clara, además de sensible, tu cabello rubio o pelirrojo y tus ojos de color claro, suelen salirte pecas y manchas y tu piel se quema con facilidad, necesitas una crema con factor de protección 50.
Si por el contrario, tu tono de piel es claro, que al broncearse adquiere un tono moreno claro, tu cabello es castaño, tu color de ojos es marrón, puedes elegir un factor de protección 30.
La principal diferencia entre el FPS50 y el FPS30 es el tiempo que tu piel puede estar expuesta al sol sin quemarse, en comparación al tiempo que aguantaría sin protección.
Ten en cuenta que la intensidad de la radiación UV no es la misma durante todo el día, siendo las horas centrales (entre las 12:00 h y las 16:00 h) cuando se alcanza el pico de intensidad y por tanto el tiempo de protección de cualquier producto solar es menor. De hecho, lo más recomendable es que no te expongas prolongadamente al sol durante esas horas, aunque utilices un factor de protección solar alto.
Y si tu piel es oscura aún sin estar bronceada, tu color de pelo es castaño o moreno, y tus ojos son oscuros, te bronceas con facilidad, entonces puedes escoger un factor de protección 15, que es el mínimo recomendado.
Cuánto más clara es la piel mayor debe ser el factor de protección. Recordad que el uso de crema solar no impide que se active el proceso del bronceado, sino que se hará de forma controlada y segura. El bronceado es un proceso natural de defensa de la piel ante la radiación solar que activa la producción de melanina. Al oscurecerse la capa superior de la piel, ésta ejerce de filtro natural ante la radiación.
Y aquí tenéis a modo de recordatorio unos tips que no debéis olvidar:
- Usar un producto específico para la cara y otro para el cuerpo. La piel de la cara es más delicada que la del resto del cuerpo, además de ser la que está más expuesta al sol durante todo el año. Por eso se recomienda que el factor de protección solar en la cara sea mayor que el del cuerpo.
- Aplicarlo sobre la piel seca, sin olvidarse de las orejas, el cuero cabelludo y las plantas de los pies.
- Aplicar la crema 30 minutos antes de la exposición solar.
- Reaplicar después de salir del agua (aunque la crema sea resistente al agua) y después cada dos horas.
- A los niños menores de 3 años evitar exponerles al sol, ya que su piel es extremadamente delicada.
Aunque muchas de nuestras marcas tienen una gama de protección solar interesante, si tengo que recomendaros una yo me decantaría por Mimitika ya que dispone de crema facial y corporal, puedes escoger entre los tres factores de protección según tu tipo de piel y tiene una textura super agradable muy fácil de usar y además su olor me recuerda al verano.
Aquí tienes algunos packs solares que te ofrecemos desde Very Coqueta:
- El pack de crema facial SPF 50 y crema corporal SPF 15
- El pack de crema facial SPF 50 y crema corporal SPF 30
- El pack de crema facial SPF 50 y crema corporal SPF 50
Recuerda siempre que el factor de protección solar incrementa el tiempo que puedes ponerte al sol sin quemarte, y eso depende de cada persona. Si te quemas después de 20 minutos, una crema con factor de protección 50 te permite una exposición de 1.000 minutos, pero si te quemas en 5 minutos la misma crema te dará 250 minutos de margen, siempre que sigas las pautas que te he explicado más arriba. Además antes de que se produzca una quemadura, la piel ya lleva un rato sufriendo, por lo que hay que dar un margen de seguridad.
Y ya solo me queda deciros que disfrutéis del verano y del sol pero hacerlo siempre con precaución o tu piel te pasará factura.
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