A flor de piel

Esta situación que nos está tocando vivir hace que hablemos más con todas esas personas a las que queremos sentir cerca y la mayoría de ellas me cuenta que están con las emociones a flor de piel. A mí también me sucede: algo tan inesperado, como está siendo ésto, provoca un torbellino de sentimientos difíciles de explicar. Por un lado nos invade la incertidumbre, la tristeza, todo nos afecta mucho más… y por otro lado, ver que la solidaridad se está extiendo igual que el virus, nos conmueve de tal manera que hace que se nos salten las lágrimas en cualquier momento.
Lágrimas de emoción y agradecimiento que salen del corazón y que se reflejan a través de los aplausos que diariamente homenajean a todos aquellos que se dejan la piel (literalmente) por todos nosotros.

Pero todo lo que sentimos que queda reflejado en nuestra piel. Por eso quiero daros unos pequeños consejos de cómo hemos de cuidarla para que nos pase la menor factura posible tras el paso de estos días ataviados con guantes y mascarillas.

• Un gesto tan cotidiano como lavarnos las manos (y la de vidas que ha salvado) y ahora más que nunca cobra especial importancia. Pero el hecho de que sea tan frecuente no permite que la capa de aceite que tiene nuestra dermis, con la función de protegerla naturalmente, se regenere. Así que nuestras manos quedan más expuestas y desprotegidas. Por eso es primordial elegir jabones hidratantes y que no resequen y no olvidar usar crema hidratante después de cada lavado para mantener las manos hidratadas y protegidas.

• La ansiedad y el estrés hacen que nuestra piel se desequilibre y aparezcan granitos, sequedad y alguna cosa más. Eso es importante beber entre un litro y litro y medio de agua al día. Además, la falta de aire fresco y un exceso de calefacción y de uso de aparatos electrónicos no permite que la piel se oxigene correctamente provocando que ésta pierda elasticidad. Por eso es conveniente exfoliarla al menos una vez por semana (salvo que se tenga una piel sensible) para eliminar las células muertas y evitar que ésta luzca apagada y falta de luminosidad, hidratandola a menudo. Las mantecas corporales son una fantástica opción cuando se necesita hidratación y nutrición extra.

No es la primera vez que lo digo pero por si acaso, lo voy a volver a recordar: hay que limpiar el rostro mañana y noche aunque no nos hayamos maquillado, ahora que el tiempo no es excusa, podemos aprovechar a masajear suavemente la piel mientras la limpiamos.

Y ya para terminar, recordaros a los que tengáis la suerte de poder salir a un jardín o terraza que debéis poneros hidratante con factor de protección para protegeros de los rayos UV y UVA aunque el día esté nublado.

Mucho ánimo y #quédateencasa.